¡QUE NO ME LLAMEN POETA! ¡POR DIOS!

¡ QUE NO ME LLAMEN POETA! ¡POR DIOS!

¡ Qué no me llamen poeta! ¡por Dios!
¡qué no me llamen!

Cuando escribo me libero
de la opresión que me oprime,
del dolor que me deprime
y del sueño traicionero.

¡ Qué no me llamen poeta! ¡por Dios!
¡qué no me llamen!

Que se deshace el papel
donde dejo mis escritos,
se sienten como proscritos
entre torres de Babel.

¡ Qué no me llamen poeta! ¡por Dios!
¡qué no me llamen!

Que se quiebra el universo,
se obstruye mi pensamiento
sintiéndome descontento
bajo el dolor de mi verso.

¡ Qué no me llamen poeta! ¡por Dios!
¡qué no me llamen!

Que la esperanza se duerme,
que el día a la noche vence,
mi terceto no convence
porque en el temo perderme.

¡ Qué no me llamen poeta! ¡por Dios!
¡qué no me llamen!

Que un poeta o trovador
es aquel que se enternece
que rima como merece
cuando escribe del amor.


¡ Qué no me llamen poeta! ¡por Dios!
¡qué no me llamen!

Que poeta es quién dibuja
un amanecer radiante,
un dolor impenetrante
o una historia en la burbuja.

Que un poeta es como el sol
que brilla y que resplandece,
que habla y que no enmudece
describiendo un girasol.

Que un poeta es para el mundo
quien describe el sentimiento,
el amor, el sufrimiento
Desde su ego profundo.

Que un poeta va ligado
al reto de la metáfora,
que descubre tiempo y hora
dando un giro afortunado.

¡ Qué no me llamen poeta! ¡por Dios!
¡qué no me llamen!

Que las octavas me asustan,
me dan miedo los sonetos
con cuartetos y tercetos,
que las musas se disgustan.

Que un poeta siempre es claro
como aguas cristalinas,
rimador de líneas finas
o con profundo descaro.

Que un poeta va dejando
sus huellas por el camino
y aunque es fiero el destino
el pueblo le sigue amando.
¡ Qué no me llamen poeta! ¡por Dios!
Que yo...¡no escribo!

No me importa que copies esta poesía si te gusta, pero si lo haces, se honesto indicando el autor