He tomado esta fotografía prestada de internet, con ella y la poesía que dejo a continuación, deseo brindar mi más sentida admiración a las tejedoras que aún queden en nuestra tierra.
LA TEJEDORA DE MI ALDEA
Encorvada sobre su viejo telar
amenizaba la casa con su rueda,
uniendo entre sí los hilos de seda,
formaba figuras de un blanco polar.
Un candil alumbraba la estancia
con una luz que parecía muerta;
un viejo baúl cerca de la puerta
donde guardaba telas de su infancia.
El hilo y tus manos llegué a confundir,
tus ojos cansados no podían ver,
teje, tejedora hermosa mujer
hasta que tus dedos se quieran dormir.
Autor de la poesía Santiago (rudo-poeta)
año 2008
No me importa que copies esta poesía si te gusta, pero si lo haces, se honesto indicando el autor.
4 comentarios:
Y que teja por muchos años, y que tu sigas escribiendo poesia, como esta.
Un abrazo
Una pena que se pierdan estas labores artesanales.
besos
Como bien dice sintagma in blue, es una pena que el paso del tiempo haga que poco a poco se pierdan estas tradiciones, pero seguro que quedan mucha aún que estarán orgullosas por este lindo homenaje que les has hecho.
Un abrazo muy grande amigo!
Que bello poema!!! lo tomare prestado para mi Atalaya, pues tambien soy una tejedora desde muy niña, y me encanta hacerlo.
CAriños,
Soraya
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