domingo, 7 de octubre de 2007

CONOCER NAVARRA



CUEVAS DE URDAX O DE IKABURU

Casi en la frontera con Francia, Urdax es una bonita localidad ganadera, paso obligado de la ruta jacobea. de ahí su origen, desde 1221, la villa estivo bajo el gran poder del monasterio de San Salvador de Urdaz, antiguo hospital de peregrinos, hasta 1789. De este monasterio quemado y saqueado en la guerra de la convención y abandonado en 1839, podemos ver su imponente iglesia. Otras partes como el claustro, se habilitaron posteriormente como viviendas. El resto de las dependencias pertenecen a los siglos XVI y XVII.
Camino de Zugarramundi, junto al caserío de Matxingonea, hallamos las cuevas de Ikaburu, donde cuentan vivian las lamias, seres mitad mujer, mitad pez. son 350metros de gruta, con distintas cavidades menores siempre impregnadas de la sensación que produce observar cómo las estalactitas y estalagmitas grisáceas por la cal y pulidas por el magnesio, nacen y mueren.
De sus ramificaciones, surgen increíbles salas que retienen el sonido de un riachuelo: el Urtxuma. Esta cueva está acondicionada para el visitante con buena iluminación y escaleras.
Además Urdax tiene dos yacimientos prehistóricos, que son la cueva de Alkerdi y la de Berroberría. También podemos disfrutar y ver el caserío de Axular, del cual Pedro de Aguirre, gran escritor clásico en euskera, tomó su nombre. Una leyenda relata que el diablo le dió clases de nigromancia a cambio de su alma. Pero Pedro Axular cambió de opinión a la hora del pago y salió huyendo. Satanás lo persiguió, pero tan solo pudo atrapar su sombra. Por ello Axular era conocido como "el hombre que perdió su sombra". Otros muchos relatos legendarios de brujos o itxikos, fruto de la imaginación del pueblo, vuelan sobre los paisajes que rodean a Urdax.

algunas direcciones de interés e información:
en estos enlaces podemos ver además de información, unas preciosas fotos
navarra
las cuevas de Urdax

espero que disfrutéis del paseo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustan las cuevas, aún si algo incómoda me siento en ellas. También el el Sur, algunas tan bellas e impresionantes como la que muestras, son dignas de visitar con la ilusión maravillada del niño que llevamos dentro, y la curiosidad por el pasado que nuestra inteligencia azuza.
Muy buena propuesta para una escapada.
Morgane