PRIMERA PARTE (NO PUEDO VIVIR ASÍ)
No puedo vivir así
entre sombras y despecho,
rompió el silencio en mi pecho
cuando sentí tu desprecio.
No puedo sentirme bien
esperando tu regreso
y ahora, sólo confieso,
que pagué un alto precio.
No puedo vivir así
mi mirada entristecida
vuelca los ojos en ti,
pero en ti ya nada queda
nada queda por vivir.
Ahora sentado en el banco
de aquella vieja estación,
he mirado hacía el abismo,
no late mi corazón.
No puedo vivir así
esperando por las noches
para poder arrancar
de tus seductores labios
un beso y nada más.
¡No puedo vivir así!
¡no puedo continuar!
desgarrado en el silencio
y esperando el despertar.
Que tu cuerpo entre mi cuerpo
ya no se quiere apretar,
que tus manos no dibujen
caricias en mi mejilla
y que tus labios se apaguen
cuando acerco mis pupilas.
y después...verte partir
como todas las mañanas,
fría, distante y herida
y yo desde mi ventana
maldecirte cada día.
¡No puedo vivir así!
¡no quiero vivir así!
cuando susurro te amo
y tu no quieres oír,
cuando en la noche te abrazo
y tu no quieres sentir,
y cuando digo te quiero
y tu prefieres dormir,
cunado te pido que rías
y tu prefieres fingir
cuando pregunto: ¿me amas?
y tu prefieres mentir.
SEGUNDA PARTE (REFLEXIÓN)
Hoy la luna no brillará en el cielo,
no veré las estrellas brotar colgadas y graciosas,
será una noche lúgubre, tenebrosa,
el asfalto negro, una noche tormentosa.
Hoy el día no será uno más, si no el último
no descansaré seis horas, ¡descansaré!
hoy la mente será juez y verdugo,
hoy la noche será tiniebla para siempre.
TERCERA PARTE (EL SUICIDIO)
Con el álbum de fotos en su mano
y los recuerdos pasando por su mente
afiló el cuchillo tenaz y fugazmente
y sintió el final muy próximo y cercano.
Acomodó su cuerpo en la bañera,
en una mano la foto de su amada,
rezó al Señor por su alma desgarrada
y vio en la muerte su única aliada.
Juntó el metal,
y éste beso su vena,
rabia mortal
desgarro de su pena.
Tiño de rojo la foto de su amada
y con el último suspiro que le ahogaba
¡gritó su nombre! mientras agonizaba
¡gritó su nombre! su vida se acababa.
La foto entre su pecho apretada,
la sangre a borbotones jadeaba,
y en el silencio rojo de la estancia,
su temblorosa voz dictaminaba:
¡¡ ya no puedo vivir así!!....
No puedo vivir así
entre sombras y despecho,
rompió el silencio en mi pecho
cuando sentí tu desprecio.
No puedo sentirme bien
esperando tu regreso
y ahora, sólo confieso,
que pagué un alto precio.
No puedo vivir así
mi mirada entristecida
vuelca los ojos en ti,
pero en ti ya nada queda
nada queda por vivir.
Ahora sentado en el banco
de aquella vieja estación,
he mirado hacía el abismo,
no late mi corazón.
No puedo vivir así
esperando por las noches
para poder arrancar
de tus seductores labios
un beso y nada más.
¡No puedo vivir así!
¡no puedo continuar!
desgarrado en el silencio
y esperando el despertar.
Que tu cuerpo entre mi cuerpo
ya no se quiere apretar,
que tus manos no dibujen
caricias en mi mejilla
y que tus labios se apaguen
cuando acerco mis pupilas.
y después...verte partir
como todas las mañanas,
fría, distante y herida
y yo desde mi ventana
maldecirte cada día.
¡No puedo vivir así!
¡no quiero vivir así!
cuando susurro te amo
y tu no quieres oír,
cuando en la noche te abrazo
y tu no quieres sentir,
y cuando digo te quiero
y tu prefieres dormir,
cunado te pido que rías
y tu prefieres fingir
cuando pregunto: ¿me amas?
y tu prefieres mentir.
SEGUNDA PARTE (REFLEXIÓN)
Hoy la luna no brillará en el cielo,
no veré las estrellas brotar colgadas y graciosas,
será una noche lúgubre, tenebrosa,
el asfalto negro, una noche tormentosa.
Hoy el día no será uno más, si no el último
no descansaré seis horas, ¡descansaré!
hoy la mente será juez y verdugo,
hoy la noche será tiniebla para siempre.
TERCERA PARTE (EL SUICIDIO)
Con el álbum de fotos en su mano
y los recuerdos pasando por su mente
afiló el cuchillo tenaz y fugazmente
y sintió el final muy próximo y cercano.
Acomodó su cuerpo en la bañera,
en una mano la foto de su amada,
rezó al Señor por su alma desgarrada
y vio en la muerte su única aliada.
Juntó el metal,
y éste beso su vena,
rabia mortal
desgarro de su pena.
Tiño de rojo la foto de su amada
y con el último suspiro que le ahogaba
¡gritó su nombre! mientras agonizaba
¡gritó su nombre! su vida se acababa.
La foto entre su pecho apretada,
la sangre a borbotones jadeaba,
y en el silencio rojo de la estancia,
su temblorosa voz dictaminaba:
¡¡ ya no puedo vivir así!!....
autor de esta poesía Santiago (rudo-poeta).
Al igual que a todo el mundo, no me importa que copias esta poesía si te gusta, pero si lo haces, se honesto indicando el autor. Muchas gracias.
Al igual que a todo el mundo, no me importa que copias esta poesía si te gusta, pero si lo haces, se honesto indicando el autor. Muchas gracias.
3 comentarios:
Un bonito poema, sí señor. A pesar de ser el rudo-poeta de Internet, hacía tiempo que no te veía ningún verso por aquí. Un saludo.
eso de rudo poeta suena a tosco como todo lo euskaldun pero tu poesía no es ruda ni tosca, al contrario, rebosa sensualidad.
Felicidades
Gracias por tu visita, si quieres claro que puedes enlazarme.
El desgarro del corazón que sufre me provoca siempre un escalofrío.
Vivir es siempre una elección solitaria, cuales sean los compañeros de camino, pero los pasos en ocasiones, se hacen imposible sin compañía.
Del Sur, un saludo.
Morgane
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