domingo, 3 de junio de 2007

¡¡NO REPETIR¡¡

La escena parece sacada de una película de ficción, pero todo es real y ocurre en la ciudad de Jönköping, en Suecia. Aquí es donde unos grupos de adolescentes, de entre 13 y 15 años, han encontrado una nueva y peligrosa forma de divertirse: grabar en vídeo cómo un compañero se convierte por unos segundos en una antorcha humana.

Se trata de demostrar que son valientes y lo mismo lo hacen desde el embarcadero del lago de Tahe, en Tamberg, para así poder saltar al agua y no quemarse vivos, como desde el tejado de una casa a 5 metros de altura, saltando en llamas sobre un montón de nieve.

Todo se lleva con mucho secreto y sólo se reúnen cuando alguno de ellos decide hacer una demostración de cómo se hace el bonzo. El protagonista del día se enfunda en un grueso anorak con capucha y se pone unas gafas de buceador para protegerse los ojos. Un compañero le echa gasolina por encima y él mismo se pega fuego. Tras unos segundos ardiendo, cuantos más aguante más valiente, salta al agua del lago para que se apaguen las llamas. Mientras tanto, el grupo de amigos le jalea y aplaude después de haber grabado la hazaña en el vídeo de sus teléfonos móviles.

En invierno, cuando los lagos están helados y hay nieve, estos quinceañeros optan por usar el tejado de una casa en vez del embarcadero. La escena se repite casi de la misma manera: gasolina, fuego y salto, pero esta vez sobre la nieve. Una vez en el suelo, un par de ellos ayudan a apagar las llamas con un extintor y unos cubos de agua. Lo demás graban las esceneas en sus vídeos para después poder colgarlos en los foros de Internet. El resto de los «camaradas» del colegio podrá votar por el que mejor lo ha hecho o el que más tiempo ha estado envuelto en llamas.

La moda del juego del bonzo se está extendiendo entre los adolescentes de todo el país. Los servicios de emergencia suecos han dado la voz de alarma y se han reunido con los responsables de las escuelas y los padres de los alumnos. «Les hemos explicado el riesgo que supone hacer esto porque puede suceder algo imprevisible» dijo Samuel Nyström, y explicó que, si al «bonzo» de turno le entra el pánico y no se tira al agua o se queda en el tejado, morirá abrasado antes que sus compañeros puedan reaccionar.

Pues esto lo hacen sólo para poder demostrar que son valientes y presumir de que tienen pelotas.
puedes ver la notica en:
http://jmnoticias.com/index.php?action=fullnews&id=252

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