MAXIMO GORKI

Máximo Gorki

(Seudónimo de Alexéi Maximóvich Peshkov; 1868-1936) Escritor ruso, nacido en Nijni-Novgorod (actual Gorki) y fallecido en Moscú. Después de la muerte de sus padres se colocó de aprendiz en una zapatería, y desde la edad de 9 años (1877) hasta 1883 trabajó en los más diversos oficios: aprendiz de delineante, pintor de iconos, vendedor de frutas y pinche de cocina en un barco que hacía la ruta del Volga.

El cocinero le hizo aficionarse a la lectura y así trabó conocimiento con las obras de Gogol y otros autores. En 1883 fue a Kazán, donde esperaba obtener enseñanza gratuita, pero al hallar esto imposible, se puso a trabajar en una panadería y en diversas ocupaciones manuales hasta que, dominado por el desaliento, intentó suicidarse en 1888.

Su primera novela, Makar Chudra, apareció en el periódico Kavkas, de Tiflis (Tbilisi), en 1892. Después colaboró con diversas narraciones en periódicos locales de las ciudades del Volga, y en 1893, «por una feliz casualidad», conoció al escritor Vladímir Korolenko, que había de ser su principal consejero literario. Éste le publicó un cuento largo, Chelkas, en la revista Russkoye Bogatsvo en 1894, y su inmediato éxito determinó la futura carrera de su autor.

Gorki se hizo famoso como guía del movimiento revolucionario ruso y, ya en 1902, sus escritos llamaron la atención de la policía. En enero de 1905, ya inscrito en el Partido Social-Demócrata, al que se había adherido en San Petersburgo, fue arrestado en Rìga y encarcelado por su actividad revolucionaria. En 1906 llegó a los Estados Unidos para recoger fondos con destino a los opositores del zar. Gozaba ya de reputación internacional y Mark Twain, W. D. Howells y Jane Addams lo recibieron entusiasmados, pero le hizo desistir de su campaña la hostilidad desatada en la prensa conservadora norteamerica.

Vivió después en Italia, principalmente en Capri, donde había ido a reponerse de una afección pulmonar y donde tuvo algún encuentro con Lenin, y en 1914 regresó a Rusia y dirigió la revista Letopis, una de las más apasionadas tribunas contra la inminente guerra. Durante la Revolución fue también director del periódico Novaya Zhizn.

Su precaria salud le obligó a vivir en el extranjero durante muchos años, pero en 1928 volvió a la Unión Soviética, y el día en que cumplió su 60 aniversario recibió las felicitaciones de todo el país. A partir de ese momento y hasta su muerte, ocurrida en misteriosas circunstancias, estuvo considerado como el primer escritor contemporáneo de la nación y, como él mismo decía humorísticamente, como «el papa de la literatura rusa».

Su obra más ambiciosa fue la tetralogía La vida de Klim Samgin, que comprende El espectador (1930), El imán (1931), Otros juegos (1933) y El Espectro (1938). El último volumen, que quedó incompleto a su muerte, fue terminado por una comisión literaria designada por el gobierno soviético. Entre sus otras novelas, son notables Foma Gordeiev (1901), Los ex hombres (1905), La madre (1907) y Decadencia (1927). Veintiséis hombres y una muchacha (1899) es una colección de cuentos cortos, y Los bajos fondos (1902), su obra de teatro más famosa. Sus recuerdos autobiográficos se encuentran recogidos en Mi infancia (1915), En el mundo (1917) y Mis universidades (1923). En su obra culmina la tendencia proletaria iniciada el siglo anterior en la literatura rusa y la línea programática del «realismo socialista» que el escritor aceptó y defendió.

(biografía tomada de Biografías y vidas).